Te invito a recorrer los artículos de esta página y a suscribirte, para enterarte de cada actualización.
Desde Acto y Potencia aspiro a generar una comunidad de personas reunidas en torno a la lectura e intercambio de opiniones sobre los distintos temas que hacen al sitio. El disparador es el pensamiento personalista, que lejos de ser una vaga filosofía, es quizás la corriente más concreta, pues piensa a la persona humana y no sólo al hombre, colectivo e inasequible; al sujeto, impávido y objetivo frente al mundo que observa; o al individuo aislado y determinado.
En la página no sólo encontrarás notas o ensayos de mi autoría. Está abierto el juego a difundir las ideas de otros que compartan este itinerario, con lo cual iré subiendo escritos de diferentes personalidades comprometidas con la persona. También será el espacio de difusión de conferencias, como las que organiza el Instituto Emmanuel Mounier u otras organizaciones que trabajan por un humanismo integral.
El nombre
Acto y Potencia es un concepto filosófico aristotélico, retomado y ampliado por la escolástica, que apunta a comprender la perfección dinámica de una realidad, es decir al ser, en sus dimensiones actuales y futuras. Definido en relación al cambio, un ente es lo que es en el presente mas también es en el mismo momento -de una manera peculiar- lo que será en el futuro. Así como a una semilla podemos verla lisa y llanamente como semilla, igualmente podemos concebirla como un árbol en potencia. ¿Sólo se trata de una forma de mirar la realidad? Es probable, pero de esa mirada quizás dependa todo lo demás.
En cuanto a la persona, hay algo misterioso escondido en cada existencia, en su ser actual, que llama a la intimidad. Es su posibilidad iluminada por el “conócete a ti mismo” socrático. Dicha eventualidad consiste en alcanzar la mejor versión de uno mismo aunque en ese ejercicio, al indagar la propia realidad, comprobamos qué fácil es vivir, relacionarse, actuar, por fuera de lo que en rigor somos. Lo advertimos al sentir nuestra vida, con su rutina a cuestas como algo que nos arrastra en vez de ser uno quien la dirige, quien decide.
La potencia, a fin de cuentas entendida como una cualidad ya presente en quien soy hoy me permite, a través de la interioridad, comprender a qué estoy llamado a ser, que no será otra que la versión purificada y más auténtica de mi mismo.
Este concepto estará presente en la página de una forma u otra, alentando desde mi experiencia en primer lugar y al constatar lo fácil que es perderse de uno mismo, cómo podemos encauzar el camino a llevar una vida no por el mero hecho de estar, sino que tenga un significado, una razón de ser; y que las cualidades y talentos que hemos recibido no pasen por este mundo inadvertidos, sino que puedan ser explotados, en beneficio de uno mismo y de los demás.
Un saludo
Finalmente te invito a recorrer la página, a participar haciendo comentarios de considerarlo oportuno y a adueñarte de estos escritos si creés que te pueden aportar valor. También te agradezco difundir la página a todas las personas que pienses pueda interesarle.
Un cálido abrazo,
Javier García Moritán
Cómo suscribirse
Ingresando un e-mail en la sección “suscripción” y luego presionando “enviar” es suficiente para poder recibir la notificación de las actualizaciones de Acto y Potencia.
Garcha,
te felicito por la página y más que nada por la iniciativa.
Desde ya que me resulta más que interesante poder acceder a este tipo de espacios, aunque sea virtuales, en los que poder ahondar en cuestiones que hacen a la esencia misma y desde ya a la existencia.
Te hago dos comentarios: uno con ánimo de crítica constructiva: me parece que el tono de la página no invita a cualquiera a participar de la misma y a ser parte de ella a través de las distintas alternativas de participación, sino que apunta a personas con cierto nivel cutural y con conocimiento de filosofía, letras, antropología y demás ciencias humanísticas y sociales. No se de que modo, pero estaría bueno lograr convocar a las personas a que simplemente participen, sin ánimos de pretender de ellas un aporte demasiado «científico» por decirlo de alguna manera. Tal vez me equivoque, o quizá sea justamente esta tu idea, la de lograr así como una suerte de «logia» que desde ya sería totalmente aceptable. Me parece que cualquiera puede aportar desde su experiencia, y una propuesta más amigable desde el nivel de expectativa que se pretende de quién participe, estaría bueno… Nuevamente, tal vez me equivoque. Pero lo dejo como para que pensemos los pros y los contras.
El otro de los comentarios que me surgió hacerte como propuesta para que reflexionemos es acerca de la escisión «ser» y «hacer» que me disparó tu primer párrafo de este mail: porqué debemos estar fragmentados en diferentes «seres» en la vida? Porqué debemos mostrarnos de una determinada manera en nuestro transcurrir cotidiano, mientras tenemos una manera tal vez diferente de ser en nuestra intimidad mediante la vía reflexiva? Porqué la dicotomía vocación vs profesión sigue estando en pugna cuando el discurso social habla justamente de las virtudes de lograr una síntesis de estos dos conceptos?
Desde ya que tu página ha logrado efecto pues ya vez que me he disparado un cuestionamiento y escribiéndote, ensayo en la cabeza una posible respuesta a esta consulta…
Felicitaciones nuevamente, y desde ya que auguro que sea esta instancia, un lugar desde donde se puedan aunar amistades intelectuales y hacer «germinar» como bien decís, propuestas concretas o ideológicas que contribuyan a nuestra realidad.
Fuerte abrazo,
Pato
Pato
Mil gracias por tu comentario, me parece más que valioso y elocuente. En cuanto al modo de escritura, puede ser que pareciera dirigirse a un público específico. Lo cierto es que está abierto a todo el mundo, aunque haya limitaciones desde los temas o el estilo. Sobre el objetivo de fondo de la página, creo que es verdad que hay algo que invita a reunirnos y desde ese lugar, el «nosotros», encontrar la manera de alcanzar un aporte más tangible frente a las causas que nos convocan y que tienen a la persona humana en el centro. No obstante, Acto y Potencia nace como una plataforma de pensamiento en donde presento algunas reflexionas y cuestiones que me mueven en lo más íntimo y para mí tu comentario y el de otros que se sintieron afectados por esta historia que nace, abren el camino a posibilidades que sólo depende de nosotros dejarlas surgir. Y yo lo celebro y más, que te hayas apropiado de este espacio para manifestar tu inclinación a dar un paso más.
Por último el dilema «ser» – «hacer» y su escición creo que es una realidad en la medida que a través del lenguaje nos presentamos por nuestra profesión, ocupación, gustos o inclinaciones y a veces pareciera instalarse eso de que «somos» esa profesión, ocupación, etc. cuando lo cierto es que «tenemos» la profesión, ocupación… incluso el apellido y demás. El problema es que aveces nos instalamos en eso que repetimos a diario cuando nos presentamos o definimos a nosotros mismos y terminamos olvidando que somos mucho más que «eso» que tenemos o de lo que participamos. Por último creo que la clave está en «hacer» lo que sea de la forma más auténtica, es decir, con todo el «ser» y que las distintas etapas o facetas que desempeñemos en nuestra vida puedan ser vividas desde esa singularidad.
¡La seguimos!
Un abrazo grande
Javier
Gracias por la posibilidad de participar.
Adhiero a algunas expresiones de Pato Carelli que anteceden.
Si bien no creo que este sitio hubiere sido concebido con fines sectarios de ningún tipo, ya que Javier G. Moritán no deja resquicio para ello al decirnos: «… aspiro a generar una comunidad de personas reunidas en torno a la lectura e intercambio de opiniones sobre los distintos temas que hacen al sitio…», necesitaría sí que los artículos de opinión nos ayuden más, es decir que en lenguaje llano inciten a participar, (quizás con menos intelectualidad), a quienes deseamos introducirnos en tématicas tan ricas y profundas. Yo no podría animarme a opinar sobre las concepciones de Heidegger o Julián Marías, por ejemplo, pero el «personalismo» como corriente filosófica me resulta francamente atrapante y no quisiera quedarme afuera por falta de formación.
En síntesis, que los que saben nos ayuden a dar los primeros pasos. En eso el autor puede contribuír y mucho. Sino es él quien.
Gracias nuevamente y felicitaciones por la iniciativa Javier.
Alberto
Alberto
Muchas gracias por sus palabras. Opine tranquilo sobre Heidegger o Marías!!
Reitero que el personalismo, por su razón de existir y su vocación por la persona, por su dignidad, es un pensamiento práctico o bien obliga a una acción que debe pensarse. Los temas que salen al cruce de la persona y ponen en juego su dignidad, a través de los permanentes flagelos a los que son sometidos a diario los seres humanos en el mundo entero y de los cuales muchas veces podemos ser partícipes, son temas que están a la orden del día.
Cualquier propuesta o sugerencia será más que bienvenida.
Gracias por participar con su comentario.
Javier
Me alegro que me hayan invitado a esta amable iniciativa .
Creo en el personalismo y en la fusión de la fusión de la fusión de las distinas ramas filosóficas e incluso espirituales, llegando, o al menos tendiendo a llegar a un mismo sitio, en el que estaremos todos presentes, despiertos y en conexión con la vida misma. Unos lo llaman cielo, otros la Iluminación, Nirvana, etc, pero yo estoy convencido de que existe un sitio así y que está al alcance de todos y en esta mismísima vida.
No hace falta hacer grandes sacrificios para llegar a este sitio, ni siquiera hay ninguna norma ni lista de leyes que haya que seguir para tener derecho a encontrarlo.
Ya iremos hablando.
Me voy a suscribir.
Leo
Gracias por tu comentario y la buena onda. Bienvenido a participar de Acto y Potencia!
Creo sin dudas que hay un destino común a todos y que uno puede conectarse con el cielo desde esta vida. Las cosas que unen a ese»lugar» me parece que son predisposiciones como el amor, la entrega y todo lo que haga que uno salga de si mismo en pos del encuentro con el otro, porque no creo en una salvación individualista sino en una salvación compartida.
Si pienso que hay algunas leyes, pero no como mandatos externos sino inscriptos en nuestro corazón y depende de uno ir dando lugar a aquello que está grabado en nuestra intimidad.
Un abrazo y me alegro por tu comentario
Javier