
Desde la izquierada: Guillermo Barber Soler, Julio Bárbaro, Javier García Moritán y Francisco del Campo
Por Francisco del Campo*
Este miércoles Julio Bárbaro nos recibió en su casa. Un privilegiado encuentro en el que nos comentó sobre su participación activa en la difusión del pensamiento humanista.
Durante la hora y media que estuvimos, llena de recuerdos y anécdotas de nuestra historia contadas de primera mano, coincidimos en el valor de sostener una militancia intelectual, de la necesidad que tenemos los argentinos de pensadores que nos ayuden a tener una mirada reconciliadora de la historia: “que el pasado sea el prólogo, no el final de la historia”.
Nuestro país reclama pensar con grandeza. Nuestro país reclama que pensemos juntos. No vamos a salir adelante por los macristas o los kirchneristas, por la izquierda o la derecha, por peronistas o antiperonistas… pero nunca vamos a salir adelante sin ellos…
Y para esto, nos sentimos interpelados como pensadores personalistas. Porque el personalismo conserva una gran vigencia: puede enriquecer el pensamiento y el debate actual, con su capacidad de superar el individualismo y el pensamiento de masa. Pensar y realizar una individualidad que no sea opuesta a lo colectivo, y una colectividad que ponga en el centro a la persona. Este poner en el centro a la persona implica reivindicarla por encima del individualismo consumista.
Al final del encuentro, el IEM-BA le regaló a Julio Bárbaro un ejemplar de la edición de El Personalismo de E. Mounier, editado por la UBA en los 60, en parte, gracias a su participación en esos años de militancia humanista.
*Director del Instituto Emmanuel Mounier – Buenos Aires
Lei a Mounier por primera vez con esa edicion de la UBA.